martes, 15 de marzo de 2011

YA HEMOS ENCONTRADO EL CÉSPED ARTIFICIAL DEL ESTADIO CLIMENT


Cuál es mi sorpresa cuando, al salir por la puerta de casa, me encuentro que en todo el desvío se está colocando césped artificial en la mediana. No sé los cientos de metros que se van a colocar, ni el coste que tendrá, que ya les adelanto preguntaré en el próximo pleno, pero lo que sí tengo claro es la poca vergüenza que tiene el Partido Popular y su política rastrera para arañar un puñado de votos.

¿Cómo se puede ser tan cínico y privar a cientos de niños y usuarios del Climent de césped artificial y colocarlo en un lugar que no hace la menor falta como es el desvío? Ahora nos damos cuenta que en 2 meses se van a hacer todas las obras que no se han hecho en 4 años, pero no con dinero de sus bolsillos, sino con el de todos los ciudadanos,endeudándonos hasta las cejas para “embellecer” la ciudad a base de cortar árboles y poner pegotes artificiales.

Al Partido Popular no le da vergüenza tener en estado ruinoso el estadio Climent, o no haber hecho el mantenimiento del césped artificial del Vilaplana Mariel, o tener clausurado durante meses el Polideportivo por deficiencias graves fruto de la falta de mantenimiento, ahora, más de una año después con déficit de pistas para entrenar y jugar, se dedican a proyectar una pista de atletismo y un campo de fútbol en el Alamí que ningún colectivo deportivo quiere juntos. Para ellos lo único prioritario es hacer obras, obras y más obras para llenar los ojos de los ciudadanos a pocas semanas de las elecciones municipales, poner primeras piedras y hacer promesas sin sentido que no cumplirán hasta que vuelvan a faltar unos meses para elecciones.

Esta es la verdadera política del Partido Popular, la de las prisas, la de las primeras piedras, la de la prepotencia, la del insulto, la de las pequeñas y abundantes obras de última hora en todo el pueblo, la del engaño continúo y la de trabajar y arreglar las cosas durante 3 meses antes de elecciones y no día a día durante los 4 años, como es su obligación.

Ahora les toca a los ciudadanos decidir si quieren un pueblo arreglado y con vida durante sólo unos meses o si quieren esto todo el año. Yo lo tengo claro.

Alberto Hernández

Concejal del Grupo Municipal Socialista

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