jueves, 21 de enero de 2010

EL HAMBRE, ESA VIEJA CONOCIDA POR CASI TODOS EN HAITÍ

El terrible terremoto que ha asolado Haití, no sólo ha demostrado que cuando la naturaleza se encoleriza, la humanidad no se salva de una catástrofe con víctimas mortales, además al poner el ojo informativo y mediático sobre un territorio,el espectador descubre toda las consecuencias de una población hambrienta, con muchas carencias , que al padecer un terremoto sufre un caos que es totalmente incontrolable.
En septiembre de 2008 el huracán Ike paso por Haití, dejando a la población más indefensa y hambrienta de lo que estaba, desde entonces las mujeres preparan temprano una masa de arcilla, aceite y sal. Con esa masa elaboran unas galletas que dejan secar al sol y que sacian el hambre de sus hijos. Esta dieta produce desnutrición, dolor intestinal y parásitos. De nuevo la naturaleza les ha gastado una mala pasada , tan cruel y devastadora como el hambre que sufren desde hace décadas.
La quimera de acabar con el hambre es posible, porque en el mundo existen los recursos suficientes para alimentar a toda la población. Los grandes países con sus grandes mercados han colocado sistemáticamente al mercado por encima de la propia vida humana. La estrategia económica neoliberal de que los mercados se autorregulan y que están por encima de los gobiernos y sus políticas de actuación, han demostrado que provocan más pobreza en el mundo, pobreza extrema para los países productores de alimentos y pobreza de espíritu para los grandes ricos con paraísos fiscales.
Las relaciones comerciales desiguales que imperan hoy, son una de las causas principales para que los pobres no tengan acceso a los alimentos , cuando además son ellos mayoritariamente los que se dedican a producir alimentos, ya que el 70% de la población hambrienta del planeta vive en el mundo rural.
Y todos nos preguntamos , ¿Y que puedo hacer yo?
Apoyar económicamente y en la medida de lo posible a todas las ONGs que trabajan en proyectos en el tercer mundo, para empezar. Leer sobre el tema, intentar entender todas las causas que lo producen ,en las que estamos todos relacionados, nuestra generación es la primera que tiene a su alcance los medios técnicos y económicos para resolver el gran desafío de la población hambrienta, y desde luego ejercer nuestro derecho al voto democrático en consecuencia ,porque por mucho que intenten desprestigiar la política, es la única forma de entendernos y de crear derechos y obligaciones para que se cumplan , empezando por los gobiernos y acabando por los campesinos, y no son las políticas de derechas las que propiciaran un giro para cambiar el sistema económico mundial.
En un articulo de Karlos Pérez de Armiño, profesor titular de relaciones Internacionales de la Universidad del País Vasco, asegura que la expansión de las políticas de corte neoliberal han supuesto una progresiva reducción de la intervención del estado en el sector agroalimentario, provocando un aumento de la vulnerabilidad de los campesinos pobres. Es totalmente necesario para erradicar la hambruna revisar las políticas agrarias y los mercados alimentarios a nivel global, permitiendo una mayor intervención de los gobiernos.
Por: Susana Hidalgo

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